Lucile Hadžihalilović es la cineasta del secreto, de la sombra, de lo no dicho. Su obra, deliberadamente breve y paciente, asemeja emerger desde los bordes de la conciencia, como un sueño extraño del que despertamos sin comprender de todo su significado pero sintiendo, en el cuerpo, su marca. Con formación en letras y cine, y una trayectoria que combina dirección, montaje y guión, Hadzihalilovic pertenece a esa estirpe de creadoras que constrúyen un mundo propio al margen de las lógicas del mercado o de las tendencias, con una coherencia estética y conceptual profundamente arraigada.